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domingo, 29 de junio de 2025

El große Heckflosse y la americanización de Europa

Analizando de forma general el nacimiento de las primeras marcas alemanas es fácil llegar a la conclusión de lo tarde que llegaron a gestarse frente a las de sus países vecinos como Italia y Francia. Desde luego, dicho retraso en la consolidación del automóvil en Alemania subyace fundamentalmente en esa conciencia social de los teutones del siglo XIX por llevar una vida tranquila, alejada del estruendo y olores de los locomóviles y primeros carruajes motorizados. En contraposición, el país galo más tendente hacia la innovación y el progreso empezaba a ser testigo del nacimiento de casi 200 marcas de automóviles a finales del siglo XIX. De esta forma, marcas francesas como Panhard et Levassor o De Dion-Boutton se convirtieron en todo un referente a seguir en Europa y al otro lado del Atlántico.

Dicho avance automotriz fue de gran interés para otros países como España o Italia durante las primeras décadas del siglo XX, pero en el caso de Alemania dicho mercado seguía sin terminar de cuajar… Si bien es cierto que el número de marcas se había incrementado notablemente e incluso empezaron a competir frente a los franceses en las primeras carreras de automóviles y circuitos cerrados. Sin embargo, las marcas alemanas carecían del prestigio, innovación y presencia con la que contaban las francesas e italianas, era necesario consecuentemente un cambio de tendencia.

El Mercedes 1901 de 35 CV consiguió grandes éxitos en competición, destacando su victoria en la París-Marsella de ese mismo año. A pesar de dicho éxito, la Daimler Motoren Gesellschaft y otras marcas alemanas que empezaron a nacer en esta época no llegaron a cautivar de forma tan efusiva a la población germánica, frente a las marcas francesas en el país galo. Este detalle lastró el impulso de la industria automotriz alemana a principios de siglo XX.

Con la llegada de las corrientes vanguardistas, con especial mención del dadaísmo y el futurismo, y la difícil coyuntura económica durante los años 20 el sentimiento nacionalista empezaba a volver a resurgir en Alemania. Aprovechando dicha situación el fascismo consiguió llegar al poder en los años 30 y de la mano de este se acompañaba la vehemente necesidad de mostrar la superioridad del país frente a sus vecinos en todos los sentidos. Así desde el ámbito deportivo hasta el ámbito científico se trataba de mostrar a Alemania como la mayor potencia mundial, siendo por tanto necesario contar con una potente industria a nivel automovilístico.

Precisamente ligado a este aspecto se encuentra la colosal financiación del régimen Nazi a todas las empresas alemanas, encargadas de mostrar la grandiosidad de los productos fabricados en el país y es aquí donde las marcas alemanas pegaron su mayor “chupinazo”. La gama de marcas recién fusionadas debido a las crisis económicas de los años 20, como Autounion y Mercedes-Benz, empieza a crecer en calidad, lujo y distinción, consiguiéndose en menos de una década convertirlas en referentes a nivel europeo. Es en este momento cuando la industria automovilística alemana comienza su campaña para tratar de ponerse por encima de las marcas vecinas, que otrora superaban en casi todos los sentidos a las alemanas.

La prestancia, lujo y calidad de materiales empleados en los Horch y Mercedes 500K son un claro ejemplo de lo comentado, pero con el estallido de la 2ª Guerra Mundial todos estos logros y avances de la industria automotriz alemana acabaron tornándose en el desarrollo de material bélico. Así, lo que a priori parecía un desarrollo industrial con el fin de mejorar la imagen del automóvil alemán, era realmente una excusa perfecta para realizar un rearme encubierto que preparase al país para un conflicto militar con todos los países europeos que no se alineasen con sus intereses. Las consecuencias de esto tras 6 años de guerra son de sobra conocidas por el lector y resulta evidente imaginar que la destrucción de Alemania, junto con su consiguiente división en 4 áreas de control aliado, no fueron un estímulo para reanudar la fabricación de automóviles en el país.


A la izquierda un Horch 853 de 1937 y a la derecha un Mercedes-Benz 500K de 1934. Ambos automóviles, fabricados por Autounion y Daimler-Benz respectivamente, son la viva imagen de una década de esplendor para la industria alemana, gracias a las ayudas económicas del régimen Nazi.

Así, todas las marcas sin excepción tuvieron enormes problemas de financiación tras 1945 y en algunos casos no lograron sobrevivir a duras penas las consecuencias de la posguerra. Este es el caso de Autounion, la cual tuvo que renunciar a la práctica totalidad de las marcas del grupo quedándose en exclusiva con DKW y sus motores de 2 tiempos. Lejos habían quedado esos años de los Horch, Wanderer y Audi dominando un amplio nicho de mercado. Marcas como BMW o NSU tuvieron que renunciar a la fabricación de automóviles, en favor de las más demandadas motocicletas, en un mercado alemán que requería de algún medio de transporte de muy muy bajo coste.

Planteado todo el panorama apocalíptico de la posguerra y analizada toda la evolución de la industria automovilística alemana de forma muy somera, resulta de especial interés la evolución de la marca Mercedes-Benz. Dicha compañía se encargó de dotar con medios de transporte al ejército como el resto de las marcas teutonas, pero también fue la designada por el régimen como la encargada de transportar a altos cargos del gobierno y del ejército, y muy en especial del propio Führer. Así, esta empresa fue de las mejor financiadas y publicitadas por el régimen durante sus 12 años de hegemonía política. Tanto era así que no había casi actos oficiales de alto nivel en el que una grabación del equipo de propaganda del doctor Goebbels, no mostrase el recibimiento de algún alto cargo en un Mercedes-Benz. Con todo ello, la cuestión que nos atañe llegados a este punto pasa por la necesidad de conocer que deriva tomó la marca desde 1945 hasta prácticamente los años 60.

El resurgimiento de Mercedes-Benz y los restos de la Studebaker-Packard Corporation

Al igual que para el resto de las marcas europeas, los primeros años de la posguerra fueron muy duros para la marca de Stuttgart. Tras la caída del régimen Nazi en 1945 la marca reanudó la fabricación de productos para el mercado civil, abandonando así el suministro de vehículos para uso militar. Sin embargo, al haber estado fabricando omnibuses durante casi 10 años, las pocas máquinas y líneas de producción que se encontraban operativas estaban orientadas hacia la fabricación de vehículos industriales. Debido a esta razón y a la necesidad de dicha tipología de transporte para la reconstrucción del país, Mercedes optó por la fabricación de un nuevo camión denominado Unimog en 1948, siendo un éxito de ventas y llegando a las 1000 unidades vendidas al mes.

Gracias a la rápida producción y venta de dicho tipo de vehículos, Mercedes empezó a tratar de salir del paso con todas las deudas y créditos que necesitaba para reconstruir sus fábricas y ampliar así la fabricación de automóviles de turismo. En lo que respecta a estos últimos, en julio de 1947 la marca volvió a poner en producción su utilitario de 4 puertas de 1935, con motor de gasolina de 1,7 litros y 4 cilindros para tratar de abrirse un hueco en el mercado de automóviles alemán. Dicho automóvil, denominado 170V, contaba con un diseño desarrollado en los años 30 y con una calidad de acabados que no se encontraba a la altura de la imagen de la marca previa a la guerra. A pesar de su pésima calidad-precio y sus limitaciones prestacionales, para octubre de ese mismo año ya se habían conseguido vender 1000 unidades.


La posguerra, y el reparto del territorio teutón entre los aliados, llevó a que muchas fábricas de automóviles tuviesen que echar el cierre o quedasen al otro lado de la frontera soviética, la cual a no muy tardar se convertiría en la República Democrática de Alemania (RDA). En este contexto, las fábricas de Daimler-Benz en Baden-Wüttemberg quedaron en el lado de dominio americano y se posibilitó así la recuperación de la producción, gracias entre otros a los planes económicos de la RFA y en especial del Plan Marshall. A la derecha el Unimog, el primer vehículo producido por Mercedes-Benz a partir del año 1946. A la izquierda un 170V de 4 puertas el cual se reanudó su fabricación tras la guerra, siendo el único turismo ofrecido por la marca hasta 1951.

Como puede verse el panorama era desolador con el único automóvil disponible por la marca de la estrella mostrando serios problemas de calidad en la carrocería, debido al difícil abastecimiento de acero, y con el Unimog como la principal fuente de ingresos de la empresa. La llegada en 1949 de nuevas variantes del 170V, entre las que se ofrecía un económico motor diesel de 1,7 litros, permitió a la compañía alcanzar la nada desdeñable cifra de 50.000 automóviles de turismo vendidos entre 1945 y 1950. Esta gran noticia supuso un leve respiro para la empresa, ya que pudo permitirse sacar al mercado una nueva gama de vehículos que acompañase superiormente a los 170V.

De esta forma, en 1951 se presentan los nuevos motores de 6 cilindros en línea de 2,2 y 3 litros de gasolina que equiparían a partir de ese mismo año los 220 W187 y 300 W186. Gracias a la introducción de ambas berlinas en un país que había conseguido empezar a arrancar tras un lustro de miseria y hambre, Mercedes-Benz volvía a recuperar su posición de vehículo de alto nivel de calidad y lujo. Tal fue dicho éxito que el nuevo canciller de la República Federal de Alemania, Konrad Adenauer, comenzó a utilizar los W186 como automóviles de representación en actos institucionales y de transporte por parte de la cancillería. Aunque dicho aspecto resulte poco significativo, ayudó a destacar la imagen de la marca en el país y sobre todo a los países aliados que habían ocupado el territorio alemán tras la guerra. Pronto ejecutivos de grandes multinacionales americanas en la República Federal de Alemania empezaron a adquirir los Adenauer y los W187, abriendo la posibilidad a Daimler-Benz de tratar de vender sus automóviles en EEUU debido al éxito que estaban teniendo.

Paralelamente a esta evolución de la marca de la estrella, otras compañías como Jaguar o Porsche habían también pensado durante los gloriosos años 50 en EEUU, en tratar de introducir en dicho mercado los modelos con dimensiones y equipamiento más similares al de los tres grandes. Para ello estas marcas trataron de encontrar un suministrador americano que se encargase de la publicidad y venta de automóviles en los concesionarios, siendo Max Hoffman el elegido por ambas compañías anteriormente mencionadas. A ellas pronto se sumó Daimler-Benz junto con Autounion, que sería comprada en 1958 por la marca de la estrella.


Con la llegada de 1951 se presenta el nuevo motor de 6 cilindros en línea de 2,2 litros de gasolina con un carburador de doble cuerpo que puede verse en la imagen derecha. Este motor fue montado en los W187 de la fotografía izquierda, presentados ese mismo año y recibiendo así estos vehículos la designación de 220.

De esta forma, ambas marcas teutonas pudieron contar con una óptima publicidad y localización de escaparates para vender desde los Autounion 1000 Sp hasta los Adenauer W186. A lo largo de los años 50 los beneficios de esta relación empezaron a cobrar su fruto y la marca de la estrella consiguió empezar a despegar económicamente, necesitando incluso recurrir a suministradores con mayor fama en los estados interiores de EEUU para incrementar así su alta demanda. Max Hoffman permitió todo este crecimiento mencionado en estados como el de Nueva York, pero había que conseguir entrar en la América profunda. Para ello, Daimler-Benz alcanzó un acuerdo de colaboración en 1957 con la Studebaker-Packard Corporation.

La sociedad formada por la marca de lujo Packard y la empresa de Indiana con el nombre de Studebaker, permitía asegurar a Mercedes una gigantesca red de concesionarios por todos los estados. Además, las difíciles tensiones financieras de la corporación podían ayudar a los teutones a tener una posición negociadora fuerte, tanto fue así que los de la estrella consiguieron colocar sus nuevos 190SL W121, Pontones, Adenauer W186 y 300SL Gullwing W198 en prácticamente todos los concesionarios de Studebaker y Packard. Con el paso del tiempo debido a esta gran idea de Daimler-Benz, los clientes de estas dos prestigiosas marcas americanas acabaron decantándose finalmente por comprar un Mercedes. Esto se agudizó aún más si cabe, al intentar crear la corporación un mismo lenguaje estético entre los Packard y los Studebaker siendo un grave error, ya que los clientes no asociaban a la segunda como una marca de lujo.

Tal fue el despropósito comentado que los Packard acabaron siendo motivo de mofa entre el público americano, denominándoseles Packardbaker. Esto, unido a los problemas financieros con los que contaba la compañía, llevó a la Studebaker-Packard Corporation a declarar la bancarrota en 1961, quedándose Daimler-Benz la práctica totalidad de los concesionarios de esta corporación. Como consecuencia de ello, dos marcas con bastante importancia en la historia del automóvil americano se despedían dejando a los alemanes una importante fuente de activos con los que fundar Mercedes-Benz Norte América (MBNA) en 1965. Parece por tanto a ojos de Daimler-Benz que la operación salió a pedir de boca, pero la realidad es que Mercedes no solo supo quedarse con los activos de la empresa y los concesionarios, sino que además también entendió y aprendió a adaptar sus diseños al mercado americano. Algo fundamental para entender las ideas del equipo de diseño de Friedrich Geiger durante la gestación de una nueva generación de Mercedes de 6 cilindros durante los años 50.


En la fotografía izquierda se puede ver un concesionario de Max Hoffman publicitando marcas europeas de todo tipo como Jaguar, Porsche y Mercedes-Benz. Gracias a la ayuda de este judío alemán que había emigrado en 1941 a EEUU, muchas marcas europeas pudieron entrar en el mercado americano. En la fotografía derecha se muestra un concesionario de Daimler-Benz en París e inaugurado en 1963. En la imagen también puede verse anunciada la marca Autounión debido a su compra por parte de Mercedes-Benz. Dentro del escaparate pueden verse un Autounion 1000Sp y la zaga de un 300SL Gullwing W198 a su lado.

Desarrollo y presentación del nuevo modelo 220

Dados los grandes éxitos que logró cosechar en Europa, y especialmente en EEUU, los motores de 6 cilindros presentados en 1951 junto con la gama media y Sonderklasse de los Pontones desde 1954. Mercedes tenía clara que la dirección que había tomado desde los años 50 era la correcta para seguir incrementando las ventas y su presencia en los mercados. Sin embargo, la razón que motivó la necesidad de introducir una nueva generación del modelo 220 no vino motivada por un envejecimiento de la tecnología, motorizaciones y diseños de suspensión de la marca.

La razón detrás de la actualización planteada en 1956, pasaba por la rápida variación estética de las marcas americanas según iba evolucionando la década. Esto era algo inasumible para el mercado europeo, el cuál daba gracias por contar con algún automóvil que permitiese la movilidad de forma económica. Las marcas estadounidenses, por su parte, presentaban una remodelación estética anual de los modelos que ofrecían, siendo en ocasiones muy rupturistas frente a la generación del año anterior. Toda esta tendencia encabezada principalmente por General Motors y Chrysler terminaba monopolizando el mercado americano, obligando a otros fabricantes a seguir esta misma dinámica. Por tanto, debido a esta razón la mayoría de fabricantes europeos que trataban de incrementar su presencia al otro lado del Atlántico necesitaban retocar al menos el diseño de la carrocería en periodos de tiempo más cortos que los demandados por el público en Europa.

Marcas como Lancia recurrieron al grupo Pininfarina con el objetivo de actualizar modelos como la Aurelia, presentándose de esta forma la Lancia Florida en 1955. Dicho prototipo sentó las bases de diseño de carrocerías de 3 volúmenes, con las que se dejaba atrás el concepto de ponton y se pasaba a un nuevo pilar C con una zaga mucho más independizada e integrada con el resto del vehículo. Rápidamente esta revolución del diseño de las berlinas empezó a expandirse por Europa, con la cesión de este concepto a marcas como Fiat, Peugeot o British Motors Corporation por parte del propio Batistta Farina. Lancia, por su parte, utilizó este nuevo diseño para desarrollar la Flaminia que fue presentada en 1957 como una actualización de la Aurelia. Así, aunque el diseño fuese totalmente rupturista con su antecesor, muchos componentes del habitáculo, motores, diseños de suspensión y demás componentes mecánicos eran exactamente los mismos que los de la sexta y última generación de la Aurelia.


El acuerdo alcanzado entre la Daimler-Benz AG y la Studebaker-Packard Corporation fue un gran punto de inflexión para los alemanes. De esta forma, consiguieron entrar en muchos estados de la America profunda gracias a la red de concesionarios de Studebaker. La fotografía derecha ejemplifica lo comentado con algunos modelos de la marca de Indiana expuestos fuera del concesionario. En la fotografía izquierda puede verse un catálogo de Studebaker-Packard en el que aparecen un Studebaker Hawk y un Packard Hawk, junto con un Mercedes-Benz 300d W189 Adenauer. El coupé de techo rígido con bitonalidad de rojo y blanco de la imagen es el último modelo desarrollado por dicha sociedad con el nombre de Packard, antes de que dicha marca desapareciese del mercado en 1958.

Esta táctica desarrollada por Lancia para actualizarse, fue también utilizada con el mismo fin por parte de Mercedes en el desarrollo de su nuevo modelo 220. De esta forma, los 6 cilindros de 2,2 litros fueron reutilizados, junto con sus cajas de cambios de 4 velocidades, la suspensión delantera de paralelogramo deformable e incluso el tren trasero oscilante de pivote negativo al que se le añadía como novedad un muelle compensador. Los objetivos se centraron en el desarrollo de una nueva carrocería que rompiese con la de los Pontones y siguiese la moda a la que poco a poco se iban subiendo en Europa y ya se había disparado en EEUU.

Al frente del área de diseño se designó a Friedrich Geiger que contaba con cierta fama en Stuttgart al haber comenzado su andadura profesional diseñando las berlinas 500K en los años 30 y los W198 300SL Gullwing en los años 50. Dado el notable éxito con el que contaban los Adenauer y 300SL en el mercado americano, Geiger era consciente de la necesidad de mantener la elegancia y la presencia de la marca inherente a su providencia europea, a la vez que necesitaba recurrir a las nuevas tendencias marcadas en EEUU. Para ello, en primer lugar, el equipo de diseño optó por mantener la clásica parrilla delantera con la estrella de tres puntas sobre el capot, que permitía mantener la imagen de marca. Gracias a su menor anchura y altura frente a la de los pontones, se podía conseguir mejorar la integración del resto del frontal del vehículo con los nuevos faros de lágrima estrenados por el 300SL Cabriolet en 1957. A todo ello se le añadía unos gruesos paragolpes cromados dobles en el frontal que permitían dotar de unos aires más americanos a un frontal muy europeo.

Lo llamativo de este nuevo frontal que acompañaría a la marca de la estrella hasta 1976, subyace en que el resultado final de todo ese conjunto se parece en gran medida al de los Studebaker Lark presentados también en 1959. Desde luego, es evidente que no existen pruebas de esta aseveración, siendo por tanto una mera opinión e interpretación del frontal de los nuevos Mercedes. Sin embargo, resulta llamativo que ambos automóviles fueran presentados el mismo año y que Daimler-Benz contaba con la Studebaker-Packard Corporation como suministrador en EEUU tal y como se ha comentado previamente.


La expansión de Mercedes-Benz en EEUU, gracias a los concesionarios de Studebaker, no solo trajo consigo un aumento del nicho de mercado de la marca de la estrella. Las fotografías revelan una posible conexión entre ambas marcas en lo que a diseño se refiere, tal y como la forma de la parrilla central parece revelar. La fotografía de la derecha nos permite ver cuatro mulas de pruebas del nuevo 6 cilindros en febrero de 1959 con un diseño rompedor frente al Ponton W180 y W128. Por su parte, la fotografía izquierda de un Studebaker Lark de 1959, revela unas líneas en el frontal muy similares a las del modelo de pruebas de Mercedes-Benz.

En lo que respecta a la vista lateral el nuevo modelo transmite poca información ante unas líneas tan rectas y carentes de cromado, las cuales de nuevo recuerdan a la tendencia seguida en el mercado americano de no transmitir ninguna distinción lateralmente, ayudando a su sensación de longitud. En el tercer cuerpo resulta llamativa la introducción de unas aletas poco prominentes en altura, siguiendo la tendencia americana a fines de los años 50. Este detalle vuelve a recordar a los Studebaker Hawk al recurrirse a una inclinación hacia el exterior de la cola desde las puertas traseras.

Por otro lado, la zaga del coche revela de forma más acusada la inclinación de las pequeñas aletas y la pomposa presencia de cromo en los gruesos paragolpes dobles traseros. Todo ello va acompañado de los primeros pilotos traseros horizontales, con todas las ópticas integradas, implementados en una berlina de Mercedes-Benz, junto con la colocación del anagrama del modelo en el lateral izquierdo de la portezuela del maletero. Este último detalle se había empezado a implementar en las últimas versiones de los Pontones W180 y W128, manteniéndose hasta la actualidad.

Además de todas las modificaciones planteadas, la mayor novedad e innovación con la que contaba el nuevo modelo 220 pasaba por el diseño de su chasis. Gracias a las patentes en el campo de la seguridad pasiva de Béla Barényi durante los años 40 y 50, Mercedes pudo contar con un nuevo diseño de picaporte en las puertas que estrenó en primicia el W128, garantizando una apertura correcta de la misma en caso de impacto. La nueva gama de 6 cilindros no solo contaba con dicho mecanismo, sino que además sumaba un chasis diseñado con zonas de deformación programada en la zona frontal y la zaga. De esta forma, toda la chapa disipaba la energía del impacto mediante la deformación del acero, no transmitiéndose a los ocupantes del interior del vehículo. Por su parte, la cabina contaba con una estructura de alta resistencia en el chasis y en los 3 pilares, evitando así su deformación en caso de choque. Con todo ello, el nuevo 220 se convertía en el primer automóvil del mercado en contar con zonas de deformación programada. Por fin, el ingenio de este fantástico inventor empezaba a dar sus frutos, después de enormes calumnias y difamaciones que merecen ser tratadas en detalle en otra ocasión.


El diseño del nuevo 220 no solo tenía la función de satisfacer al público americano, sino también al europeo y esto es algo que puede verse fácilmente en la fotografía derecha. En la parte superior la silueta del nuevo 6 cilindros de Mercedes-Benz es muy similar a la del Peugeot 404 y Fiat 2300 de la parte inferior, inspirándose estos dos últimos en el revolucionario diseño de la Lancia Florida de 1955. Además de la adopción de estas nuevas tendencias de diseño, el nuevo 220 contaría con la primera carrocería y chasis con deformación programada implantados en un turismo y que pueden observarse en la fotografía izquierda. La imagen inferior muestra la deformación de los volúmenes delantero y trasero con el fin de absorber la energía en caso de impacto, manteniendo la cabina intacta.

Aunque habitualmente todo lo referido a la seguridad pasiva parece quedarse en el diseño del chasis y la carrocería, se ha de prestar especial atención también al diseño de los interiores y muy en especial del salpicadero. Este fue otro de los puntos de inflexión frente a los Pontones, al recurrirse a un diseño horizontal en el que la madera se cubría en los extremos por un fuerte acolchado, sometido a ensayos de impacto. El objetivo de este, el volante con el centro también acolchado o los tiradores del salpicadero de plástico gomoso curvilíneo era evitar los cortes y la formación de contusiones, en caso de impacto del conductor o copiloto contra el salpicadero. Por otro lado, los asientos de muelles en el eje delantero y trasero, junto con los agarraderos engomados de las puertas permitían garantizar una correcta ergonomía, acompañada por la suspensión trasera independiente.

Con todos los detalles de diseño pautados por Friedrich Geiger y su simbiosis entre las modas en Europa y EEUU, junto con la implementación de los detalles relacionados con la seguridad pasiva de Béla Barényi, los nuevos 220 estaban listos para su fase de pruebas en 1958. Durante dichos análisis varios prototipos se sometieron a condiciones climáticas y de rodadura extremas durante 3 millones de kilómetros, resultando llamativa la participación del director de Daimler-Benz, Fritz Nallinger. Finalmente, en septiembre de 1959 los nuevos 220 fueron presentados en el Salón de Frankfurt.

Aunque el nuevo modelo de 6 cilindros de Mercedes-Benz contaba con grandes avances como las zonas de deformación programada, algunos elementos mecánicos fueron directamente tomados de su antecesor. Esto es el caso del sistema de cerradura con pasador cónico que se puede observar en el 220SEa de 1958 de la imagen izquierda, el cual permitía la apertura de la puerta en caso de accidente incluso siendo este un impacto lateral contra dicha puerta. En la imagen derecha se muestra el tren trasero del modelo de 6 cilindros presentado en 1959 y que cuenta con un sistema de eje oscilante de pivote negativo, heredado de los Pontones al que se le añade el muelle horizontal. Este elemento elástico puede verse unido a la carcasa del diferencial y a una de las trompetas; y se estudió en detalle en el artículo relacionado con la evolución histórica de las suspensiones en el automóvil.

Los primeros “colas” (1959-1961)

Aprovechando el cónclave internacional del automóvil en la ciudad financiera, Daimler-Benz optó por presentar ante el gran público una actualización de sus modelos de 6 cilindros bajo el código de chasis W111. La nueva berlina contaba, por el momento, con una única motorización disponible de 2,2 litros y doble carburación escalonada directamente heredadas de los pontones W180. Además, con el fin de distinguirlo de sus antecesores, la nueva motorización, aunque contase únicamente con el anagrama 220 en la parte trasera izquierda, se registró por parte de Mercedes como 220b. De esta forma, el resto de modelos de la marca permanecieron denominándose 220Sa y 220SEa.

Esta tendencia, basada en presentar una única motorización, permitía a la marca de la estrella testear en el mercado la aceptación de sus nuevos modelos, reduciendo de esta forma los riesgos que esta medida implica. Así, en septiembre de 1959, con la presentación de esta nueva berlina, el 220b realizó la misma función que anteriormente había desempeñado el 220a en 1954. Exteriormente el coche presentaba el nuevo frontal anteriormente analizado en este artículo y todas las novedades comentadas, pero en la zaga se recurría a la eliminación del doble paragolpes cromado y se optaba por un faro horizontal de pequeño tamaño. Las dos aletas laterales fueron por su parte motivo de expectación entre el público, ganándose el apodo de “Heckflosse” que fue traducido al español como “colas”. Estas contaban además con una línea de cromo que unía el marco superior de los pilotos traseros con la punta más sobresaliente de la aleta.

 
En el Salón de Frankfurt de septiembre de 1959 la marca de la estrella presentaba la nueva generación de su modelo de 6 cilindros 220, con el fin de suceder a los Pontones 220a. Las imágenes muestran dos fotografías de catálogo del mes de octubre de ese mismo año, destacando algunos detalles como la fina línea de cromo en el borde del capot entre los faros y la rejilla central. A su vez, el diseño compacto y horizontal de los pilotos traseros acompañados de un paragolpes simple es una de las señas de identidad del 220b, junto con la línea de cromo de la cola presente únicamente desde los pilotos hasta el punto más alto de la misma. El maletero, por su parte, ganaba un 55% más de capacidad frente a su antecesor pasando de 410 litros a 610 litros, gracias a la nueva trasera de 3 volúmenes. Otro detalle característico del nuevo 6 cilindros yace en los faros delanteros de lágrima, denominados Leuchtenheit en alemán, que integraban las ópticas en un mismo faro vertical con un contorno de cromo en forma de V lateral. Aunque el 300SL Cabriolet fue el primer Mercedes-Benz en contar con estos faros, carecía del contorno de cromo con dicha forma.

En lo que respecta al interior, el 220b contaba con un nuevo cuadro de instrumentos que parecía haber girado 90º respecto del utilizado en los pontones. Con el velocímetro en posición central-vertical, el nivel de combustible, la presión del aceite o la temperatura del motor se mostraban en los cuadros adyacentes a este. Por otro lado, el resto del salpicadero contaba con el diseño y las directrices marcadas por Béla Barényi, siendo este el único elemento de todo el diseño interior en donde se recurría a la utilización de madera. De esta forma, las puertas, forradas con sky negro en la parte superior y a juego con el color de la tapicería en el resto de las mismas, carecían de madera y contaban con la presencia de dos tiras de cromo en los cambios de color de la tapicería.

Con la implementación del comentado espartano interior, el puesto del conductor permitía una correcta ergonomía en lo que accionamiento de las marchas, luces, velocidades del limpiaparabrisas e intermitentes se refiere. Por su parte, el cambio de luces de cruce a largo alcance se realizaba mediante un cuarto pedal a la izquierda del embrague y a la derecha del pedal de accionamiento del jabón de los limpiaparabrisas. Además, los nuevos 220b recurrían a un control manual del ralentí en frio, por lo que se implementó al lado derecho del bombín de contacto un tirador para accionar el starter manual.

El interior del nuevo 220b supone un cambio importante frente a su antecesor, al introducirse un nuevo diseño que busca una mejora de la ergonomía y de la seguridad pasiva, tal y como el propio Béla Barényi quiso dejar constancia. En la imagen izquierda puede verse el salpicadero revestido por un contorno deformable, cuyo material también es utilizado en el acolchado del centro del volante. En posición central se encuentra el control del sistema de ventilación, con todos los mandos bizona situados en dicha colocación, frente a los Pontones que separaban cada zona con el control en las esquinas del salpicadero. Detrás del volante se encuentran de izquierda a derecha las velocidades del limpiaparabrisas, el selector de luces con antinieblas delanteros y luz de aparcamiento lateral, el contacto, el starter manual y, al lado derecho del emblema de 220, el mechero. En la caña de la dirección se encuentra la palanca de los intermitentes y de las ráfagas a la izquierda, junto con la palanca del cambio a la derecha. En la fotografía derecha aparece una imagen del interior sin las puertas y pilar B de un lado del vehículo, en ella puede verse la independencia de las butacas delanteras, lo cual fue motivo de controversia al quererse implantar de serie una butaca corrida, cambiando de idea a vísperas de la presentación en el Salón de Frankfurt. Aun así, las butacas no cuentan con respaldos reclinables, reposabrazos central ni cojín acolchado intermedio. Los paneles de las puertas son cuanto menos espartanos con un solo agarradero detrás y en la puerta del conductor, carecen de madera y cuentan con 2 tiras de cromo, una en la parte superior en el cambio del color del sky y otra en el centro en el cambio de tonalidad de la tapicería. En la parte trasera se puede observar como el 220b carece de reposabrazos central.

Entrando en el terreno de las prestaciones, ya se comentó que el nuevo modelo heredaba el propulsor del W180 de 6 cilindros en línea y 2,2 litros, recurriéndose en este caso a dos carburadores de doble cuerpo que permitían alcanzar los 95 caballos de potencia máxima. La caja de cambios de 4 velocidades emplazaba su palanca en la propia caña de la dirección en el lado derecho de la misma. Por otro lado, el coche contaba de serie con sistema de frenos convencional de doble circuito, que suministraba líquido de frenos a los 4 frenos de tambor. Los frenos de disco quedaban, por tanto, no solo fuera del equipamiento de serie, sino que además ni siquiera se ofrecían como opción, alineándose de nuevo con la escasez de equipamiento del interior del coche.

Con la llegada del mes de octubre de 1959, la alta aceptación en el mercado de los nuevos colas llevó a Daimler-Benz a terminar de sustituir a todos los pontones de la Sonderklasse por el nuevo chasis W111. De esta forma, los W180 220Sa y los W128 220SEa son sucedidos por los W111 220Sb y 220SEb, denotándose ciertos cambios frente al modelo de presentación 220b. En lo que respecta al exterior, el frontal no sufre grandes modificaciones más allá de la implementación de una nueva tira de cromo paralela a cada lado de la rejilla. El lateral de los nuevos 220S/SEb cuenta con una mayor presencia de cromo en los tapacubos y especialmente en el tercer volumen, dónde se introduce una tira de cromo que recorre toda la aleta desde su nacimiento, delante del picaporte de la puerta trasera, hasta los pilotos traseros. La zaga también sigue esta misma línea de aumento de cromados al incluir el doble paragolpes y un mayor tamaño de los pilotos, los cuales llegan a encajarse entre la portezuela del maletero y el paragolpes superior.


Con la entrada en el mercado en octubre de 1959 de los nuevos 220Sb y 220SEb, los Sonderklasse de 4 puertas W180 y W128 Ponton eran retirados del mercado. Las diferencias de la carrocería en la parte delantera frente al modelo 220b fueron muy sutiles, con la adopción de una segunda tira de cromo entre la rejilla y los faros. En la imagen izquierda puede verse la zaga del vehículo con la implementación de pilotos traseros de mayor tamaño, paragolpes doble y una tira de cromo que recorre las colas traseras desde la puerta hasta los pilotos. Dicha tira de cromo que recorre toda la cola, a diferencia del 220b, permitía inducir una ilusión óptica de mayor anchura en la parte trasera. En lo que al interior respecta, una variedad más amplia de tapicería estaba disponible, asientos reclinables, reposabrazos central trasero, dos tiradores en todas las puertas menos la del conductor, madera en la parte superior del tapizado de la puerta y una bolsa en las dos puertas delanteras.

Además de los cambios estéticos de la carrocería, el interior vio incrementada la presencia de madera más allá del propio salpicadero. Así, los marcos de las ventanillas de las 4 puertas contaban con un acabado en este material y el sky de las puertas presentaba un nuevo diseño que incluía una tira de cromo en la parte superior seguida paralelamente por una tira de madera. A todo esto, hay que añadir la introducción de un compartimento lateral en cada puerta delantera y la introducción de un segundo tirador en la puerta del copiloto y en las dos traseras. Debajo del capó las modificaciones fueron mínimas, más allá de dos carburadores Solex de doble cuerpo 34PAJTA, frente a los Solex 34PJCB del 220b, que permitían al 220Sb alcanzar los 105 caballos, así mismo el starter manual era sustituido por otro de accionamiento automático.

El 220SEb por su parte heredaba la inyección indirecta de gasolina de control electromecánico del 220SEa W128, permitiendo al nuevo Sonderklasse alcanzar los 120 caballos. Gracias a la introducción de un séptimo inyector en frío se conseguía regular el ralentí, al contarse con una unidad de accionamiento magnético, denominada AED, que regulaba el enriquecimiento de la mezcla. Aun así, a pesar del aumento de las prestaciones y los retoques estéticos, el equipamiento seguía siendo bastante espartano. Tanto es así que la caja de cambios automatizada, basada en la colocación de un embrague hidrodinámico a la entrada de la caja manual, y el techo solar se ofrecían como extras.


En la fotografía izquierda pueden verse a la izquierda el motor de 2,2 litros de carburación del 220Sb y a la derecha el mismo motor del 220SEb con el sistema de inyección indirecta de gasolina desarrollado por Bosch. Además, en dicha imagen aparece en la parte superior derecha una fotografía que muestra el sistema Hydrak seccionado, pudiéndose ver así sus componentes y el embrague hidrodinámico. Analizando la fotografía que aparece a la derecha, se llega a entender de forma más sencilla el funcionamiento de este sistema que permitía la instalación de una caja automatizada. Justo en el centro de la imagen aparece el embrague hidrodinámico, junto con un embrague mecánico a su derecha, que cuenta con una palanca de accionamiento conectada a un servo. Dicho servo consigue el vacío a través de la conexión que existe en el conjunto de válvulas presentes en la parte central superior de la imagen. Dicho paquete de válvulas controla el vacío que ha de actuar sobre el servo, mediante la conexión eléctrica de la electroválvula 7 con la palanca del cambio, mediante la acción del vacío de la admisión y mediante la acción de la presión atmosférica tomada del filtro del aire. Con todo ello, el sistema detecta la selección de una marcha por parte del conductor de forma eléctrica e incluso, mediante un sistema de relé y electroválvula, se consigue detectar en el eje trasero si el motor está sobreacelerado, ya que en ese caso la masa suspendida tiende a moverse ligeramente hacia delante.

ModeloPeriodo fabricaciónCilindrada / Potencia / Par motorPrecio franco fábrica (Ptas)
2201959-19612195 cc / 95 CV a 4800 rpm / 171 Nm a 3200 rpm164.220
220S1959-19612195 cc / 105 CV a 5000 rpm / 176 Nm a 3500 rpm189.210
220SE1959-19612195 cc / 120 CV a 4800 rpm / 194 Nm a 3900 rpm213.486
Equipamiento extra desde 1959Modelos con dicho equipamientoPrecio franco fábrica (Ptas)
Caja automatizada Hydrak220 y 220S/SE6.426
Servofreno220, de serie en 220S/SE2.428
Volante de blanco marfil220 y 220S/SE171
Tapacubos especiales de cromo220, de serie en 220S/SE642
Flanco blanco en neumáticos220 y 220S/SE1.357, sin cámara 1.713 en 220
1.642, sin cámara 2.070 en 220S/SE
Topes de goma paragolpes220 y 220S/SE357, sin sobrecoste en 220S/SE
Techo solar220 y 220S/SE7.854
Pintura bitono220 y 220S/SE2.540
Pintura de acabado especial220 y 220S/SE2.000
Cuero natural220 y 220S/SE13.280
MB-Tex220 y 220S/SE2.500
Semi MB-Tex 2201.071
Asientos delanteros reclinables220, de serie en 220S/SE1.357 cada uno
Cojín central220, de serie en 220S/SEDe 428 a 1000, depende de la tapicería
Reposabrazos delantero220 y 220S/SEDe 1.142 a 1.642, depende de la tapicería
Asiento ortopédico220 y 220S/SE643 cada uno y 928 si son de cuero
Asiento corrido220 y 220S/SESin sobrecoste, 286 si es reclinable
Reposabrazos trasero220, de serie en 220S/SE1.856
Reposacabezas220 y 220S/SEDe 1.214 a 2.570, depende de la tapicería
Cinturones de dos puntos de anclaje220 y 220S/SE1.142 por cada cinturón instalado
Bocina de dos tonos220 y 220S/SE1.714
Botiquín220 y 220S/SE428
Extintor220 y 220S/SE857
Pack de maletas220 y 220S/SE7.640
Becker Grand Prix220 y 220S/SE9.639
Becker Mexico220 y 220S/SE9.000
Becker Europa220 y 220S/SE6.498
Antena de radio220 y 220S/SE2.570, pero 3.000 si se monta después de solicitar la radio

La expansión de la oferta de los Sonderklasse (1961-1965)

Con la entrada de la nueva década se acercaba el popularmente aceptado 75 aniversario del nacimiento del automóvil y con él se rescataba la polémica sobre cual fue realmente la primera marca en introducir este nuevo invento en el mercado. A tenor de las fechas que defendía y postulaba Daimler-Benz, el automóvil fue desvelado al público en 1886 por parte de Karl Benz y su Benz Patent Motorwagen. Este artefacto cuya carrocería fue diseñada por la empresa de bicicletas de Neckarsulm, denominada NSU, y a pesar de ser un producto de importante expectación tras su presentación, no estuvo a la venta del público general. De esta forma, otras marcas como Panhard et Levassor reclamaban el título de primera marca en introducir el automóvil en el mercado en 1891, frente a los teutones.

En cualquier caso, lejos de la polémica de los 75 años de historia del automóvil, la marca de la estrella quiso mostrar al público el 25 de febrero de 1961 en el Salón de Ginebra, que seguía siendo un referente en el mercado del automóvil. Para ello, se desvelaron nuevos modelos de la marca acompañados de un Benz Patent Motorwagen en el mismo stand de exposiciones. Entre las novedades destacaba el relevo de los pequeños Pontones W121 de la mano de los nuevos 190c y 190Dc con código de chasis W110, a ellos los acompañaba el W111 en sus versiones 220b, 220Sb y 220SEb, ya presentes en el mercado, pero con ligeras actualizaciones.


Con la llegada del año 1961 y los controvertidos 75 años de historia del automóvil, la marca de Stuttgart presenta en febrero sus nuevos modelos en el Salón de Ginebra. Tras dicho certamen vino la presentación en septiembre del Salón de Frankfurt, la cual puede verse en la fotografía izquierda. En el stand aparecen los primeros modelos de Benz & Co., de la última década del siglo XIX, compartiendo espacio con los nuevos modelos de 4 cilindros W110, los nuevos 6 cilindros de 2 puertas W111 y el nuevo 300SE W112 de 4 y 2 puertas. En la imagen derecha se muestra la portada de la revista "In aller Welt", en la cual la marca de la estrella alardea de ser la primera marca en introducir el automóvil en el mercado y de continuar activa en la actualidad.

Sin embargo, la mayor de las novedades vino acompañada de la presencia de dos nuevos modelos de la marca de Stuttgart. En primer lugar, el coupé y descapotable 220SEb con código de chasis W111, que venían a relevar al Ponton 220SEa coupé y descapotable W128, junto con los Pontones 220Sa coupé y descapotable W180. Esta novedad supuso una importante actualización de la gama de la marca, que abandonaba de esta forma todas las carrocerías de diseño pontón. La segunda y más impactante de las novedades fue la presentación de un nuevo sucesor del 300d Adenauer W189, junto con sus versiones coupé y descapotable 300Sc W188, de la mano del imponente 300SE berlina, coupé y descapotable con código de chasis W112.

Como puede verse, el certamen celebrado en Ginebra fue un importante punto de inflexión para Mercedes, apostando fuertemente por la nueva imagen estética de la marca. Ante este aluvión de nuevos modelos, en este artículo nos centraremos de ahora en adelante únicamente en los actualizados 220b y 220Sb, junto a los 220SEb berlina, coupé y descapotable. En lo que concierne a los dos primeros y el 220SEb de 4 puertas, las pequeñas modificaciones estéticas implementadas, se centraban exteriormente principalmente en la adopción de la segunda línea de cromo, debajo del borde del capó en los 220b. El objetivo de dicho cambio reside en la necesidad de mantener a dicho modelo como acceso a los 6 cilindros y separarlo de la línea que habían tomado los nuevos pequeños colas de 4 cilindros. Además, toda la gama al completo de los colas comenzaron a colocar el retrovisor del conductor en la puerta y no en la aleta, para facilitar de esta forma su manipulación en orden de marcha.


Las modificaciones implementadas en 1961 en los 220b y 220Sb/SEb son muy sutiles y a menudo muy difíciles de distinguir, ya que únicamente tiene lugar un desplazamiento del retrovisor del conductor de la aleta a la puerta, para facilitar su manipulación en orden de marcha. Sin embargo, este detalle tampoco es definitivo para determinar de qué serie es el modelo en cuestión. Esto se debe a que esta modificación se fue implementando de forma paulatina entre 1961 y 1963, según se iba reduciendo el stock de aletas con el taladro ya realizado. Si se observan las dos imágenes se puede ver un 220b al lado izquierdo al contar con el diseño de tapacubos sin los agujeros cromados del contorno, sin la línea de cromo de la cola hasta la puerta, con un paragolpes simple y sin un diseño del intermitente del piloto trasero liso. Dicha imagen fue sacada del catálogo del 220b de 1961 y aún cuenta con dicha moldura del piloto que fue sustituida por otra lisa en 1962. La fotografía derecha es de un 220Sb/SEb al contar con los detalles que no cuenta el 220b y el doble paragolpes trasero, lo curioso de ello es que en este caso el retrovisor ya sí va en la puerta, pero el catálogo en cuestión es de 1964.

En lo que respecta al interior, las tapicerías se mantienen sin modificaciones sustanciales más allá de un cambio sutil en el diseño del tapizado de las puertas. A partir de este año 1961 el acabado de la parte superior cuenta con un trazo de líneas paralelas diagonales y la madera que antes estaba presente en la parte superior junto con la línea de cromo, pasa ahora a colocarse en el centro de las puertas. A nivel mecánico los cambios son sutiles, con la introducción de un nuevo servofreno ya localizado detrás del cilindro maestro de freno y no al lado del faro izquierdo. Aun así, este dispositivo seguía siendo un extra en los 220b, aunque al igual que el 220Sb contaba desde este momento con nuevos frenos de tambor de mayor tamaño en las ruedas delanteras.

En lo que al grupo propulsor concierne, los mayores cambios provienen de la transmisión con una disminución de la reducción del grupo cónico en los 220Sb y 220SEb. Por su parte, la caja de cambios manual sigue ofreciéndose de serie, con la posibilidad de solicitar como extra la caja automatizada Hydrak en las versiones 220b y 220Sb. Sin embargo, con la presentación de la nueva gama de 1961, se estrenaba una nueva caja de cambios automática de 4 velocidades con 3 trenes epicicloidales, 3 embragues multidisco y 3 frenos de cinta, además se añadía un convertidor de par de reducida fricción hidráulica. Esta caja automática se incluyó en la lista de extras en todas las versiones del 220SEb, tanto berlina como coupé y descapotable.


A diferencia del aspecto exterior, los cambios llevados a cabo en el interior son más notorios al cambiarse el diseño de la tapicería de las puertas frente al patrón de 1959. En ambas imágenes se puede ver las nuevas líneas paralelas diagonales de la parte superior y la eliminación de la tira de cromo a mitad de altura. En el caso de la fotografía derecha, puede verse una línea de madera que sustituye a dicha tira de cromo, otra tira de cromo en el límite entre la tapicería y el sky negro y una bolsa en la parte inferior. Todos estos detalles solo contaban con ellos los 220Sb/SEb, junto con la línea de cromo de la cola que puede verse como llega hasta la puerta trasera. La fotografía de la izquierda ha sido extraída de un catálogo del 220b de 1961, aún con el aro circular del claxon y también llama la atención que esta versión seguía sin contar con asientos reclinables. La imagen derecha es de un 220Sb de 1963 que cuenta con el extra de volante de marfil.

Por otro lado, se llevaron a cabo mejoras en la seguridad activa de los coupés y descapotables 220SEb, con la introducción de los primeros frenos de disco para automóviles de calle de la marca de la estrella. De esta forma, estos modelos pasaban a contar con dicha novedad sin sobrecoste en las ruedas delanteras en 1961, siendo estos de la marca Girling. Para esta misma fecha, se introducía como equipamiento opcional la servodirección de recirculación de bolas con una gran asistencia, tanto en los 220b y 220Sb como en todas las versiones del 220SEb.

Con la ampliación del equipamiento y la sutil introducción de modificaciones en la tapicería y exterior de estos vehículos, el precio de los 220b, 220Sb y 220SEb berlina no se vieron sustancialmente modificados frente a la primera serie. Sin embargo, la llegada de los coupés y descapotables 220SEb sí supuso un incremento sustancial de precio frente a los 220Sa W180 y 220SEa W128 Ponton coupé y descapotable. El diseño exterior de los nuevos modelos corrió a cargo de Paul Bracq, aunque siguiéndole muy de cerca Friedrich Geiger todos los avances como director del departamento de diseño de Daimler-Benz. En un principio, se trató de romper sutilmente con las líneas y formas establecidas por la berlina. Llama la atención dicha fase de diseño a principios de los años 60, en la que pueden verse algunos bocetos de Paul Bracq en los que la inspiración americana continúa estando enormemente marcada. A fin de cuentas, dicho mercado seguía siendo el principal objetivo de ventas de Mercedes, gracias a la comentada colaboración con la Studebaker-Packard Corporation.

Los primeros diseños de Paul Bracq para suceder a los Pontones de 2 puertas 220SEa W128 y 220Sa W180 inicialmente no abandonaban la silueta de la berlina, pero si recurrían a una mayor cercanía hacia el público americano frente al europeo. El dibujo de la imagen derecha muestra una trasera muy similar a la de la berlina, pero las formas del pilar A y el paragolpes delantero recuerdan mucho a modelos americanos de la segunda mitad de los años 50. El prototipo de la izquierda parece mostrar una fase más avanzada del proyecto, con unas colas menos marcadas que las de la berlina, un nuevo diseño de pilar C y un pilar A más europeo. Otro de los aspectos que resultan más llamativos, es que ninguno de estos bocetos cuenta con la estrella de tres puntas sobre el capot, ya que esta se emplazaba en la parrilla como en los 300SL y 190SL.

Sin embargo, dada la necesidad de conseguir la misma aceptación de mercado, tanto en el mercado americano como en el creciente mercado europeo. Las propuestas de Bracq, tutorizadas por Geiger, fueron poco a poco asumiendo ciertos detalles estilísticos propios del mercado europeo. Además, con el objetivo de aprovechar las sinergias dentro del propio grupo y continuar con el concepto de integración horizontal, resultaba lógico recurrir a un diseño similar al de la berlina. Con todo ello y con la llegada del Salón de Ginebra de 1961, la carrocería final de los nuevos coupés y descapotables desvelaba un diseño frontal idéntico al de las berlinas, prescindiéndose de las características dobles tiras de cromo del borde del capot de los 220Sb y 220SEb de 4 puertas.

En la vista lateral los nuevos coupés contaban con un ensanche de la tira de cromo inferior, que unía los pasos de rueda trasero y delantero por debajo de las puertas. Además, se prescindía del pilar B y se embellecía todo el pilar A con cromo. La zaga por su parte mostraba un gran cambio frente a la berlina al introducirse un pilar C más minimalista, donde el respiradero del habitáculo se escondía detrás del marco de cromo de la ventanilla trasera. Por su parte, los pilotos reducían su tamaño y se acercaban en la forma y disposición a los del 220b. A pesar de todos estos retoques sustanciales, el mayor punto de inflexión frente a la berlina vino de la mano de la reducción de las dimensiones de las colas. A su vez, estas abandonaban la tira de cromo en toda su extensión y reducían su tamaño e inclinación enormemente.

En ambas fotografías, sacadas de un catálogo de 1961 del 220SEb coupé, se pueden ver las líneas definitivas que tomaron los nuevos 2 puertas de la Sonderklasse. Desde luego, el frontal mantiene los principios de integración horizontal acuñados por Friedrich Geiger y secundados por Paul Bracq, al mantener la imagen de marca establecida por la berlina en 1959. Sin embargo, conforme se va analizando el vehículo hacia la zaga empiezan a aflorar los cambios frente a los 220SEb de 4 puertas. Los nuevos pilares A recubiertos de cromo, junto con los largueros de cromo entre ambos ejes y el nuevo diseño de pilar C, dan al coupé un nuevo aire con una línea simplificada en su llegada a la zaga, al eliminarse la linea de cromo de las colas. En la parte trasera los cambios se hacen aún más evidentes al adoptar un nuevo diseño de pilotos que recuerda a los 220b.

En lo que al interior respecta, los cambios fueron bastante notables al introducirse un nuevo diseño de cuadro de instrumentos. Este contaba ahora con 2 relojes circulares para el cuentarrevoluciones y para el velocímetro. Se mantenía el cuadro central de la berlina que prescindía del velocímetro vertical, pero mantenía los testigos de la batería, freno de mano, intermitentes, presión de aceite y contacto. El resto del salpicadero no sufrió grandes cambios más allá del cambio de la carcasa del altavoz por una de madera. Dicho material empleado en el caso de los coupés y descapotables contaba con el mismo acabado que la berlina, pero también se ofrecía nogal, palisandro o ébano de Macasar.

En lo concerniente al diseño de la tapicería, el cuero natural se ofrecía de serie en los coupés y descapotables, aunque se podía solicitar tela o MB-Tex sin sobrecoste. Las puertas contaban ahora con un nuevo diseño en el que el apoyabrazos y tirador formaban una sola pieza de gran tamaño acabada en cuero sintético, pero, aunque se añadía una tira de cromo nueva, se prescindía del uso de madera en las puertas y en el habitáculo trasero. Para acceder a este último, los asientos delanteros contaban con una palanca que permitía su reclinación para acceder a las plazas traseras. La butaca colocada en los asientos traseros contaba con un diseño y unas formas muy similares a las de la berlina, pero también se ofrecía como extra la posibilidad de montar solo 2 plazas traseras individualizadas y separadas por un apoyabrazos fijo.

El interior de los 220SEb de 2 puertas seguía la misma línea que el de las berlinas, pero algunos retoques se han de tener en cuenta. En primer lugar, el cuadro de instrumentos cambia de forma pasando a dos relojes circulares para el velocímetro y el cuentarrevoluciones con el que no contaba el modelo de 4 puertas. Aun así, en el cuadro central permanecían el resto de relojes y testigos de la berlina. Debido a este cambio, el control y mando de la ventilación veía reducido su espacio, por lo que se recurrió a pasar el regulador de la fuerza del ventilador a un nuevo emplazamiento al lado derecho del contacto. Además de estas modificaciones, la palanca del cambio pasa a encontrarse en el suelo en los modelos de cambio manual, como el de la foto izquierda y permanece en la caña de la dirección en el caso de contar con el nuevo cambio automático de 1961. El tapizado de la puerta, por su parte, pasa a contar con un nuevo emplazamiento del seguro y un nuevo diseño del apoyabrazos, como el que puede verse en la imagen izquierda y que cuenta con acolchado y una tira de cromo. En la fotografía derecha puede verse el modelo descapotable que contaba con un ancho de rueda mayor que el resto de 220SEb y un techo de lona diseñado de forma que se pudiese camuflar toda la estructura abatible. Este preciso detalle elevaba el precio del descapotable considerablemente frente al coupé de 2 puertas.

Más detalles, a parte de los comentados permiten diferenciar los coupés y descapotables de las berlinas. Este es el caso del cambio de marchas, que pasó a emplazarse en el suelo al montarse una caja manual o en el volante en caso de que el cliente solicitase el extra de caja automática. Sin embargo, aunque la lista de elementos diferenciadores se alarga, la lista de extras disponibles era bastante similar entre los 220Sb y los 220SEb berlina, coupé y descapotable hasta 1963.

Con la llegada de dicho año, Mercedes presenta el nuevo W100 600 Gröβer junto con una nueva actualización de los W112. Los W111 por su parte introducen un nuevo diseño de volante, en el que el anillo de cromo circular para el claxon pasa a seccionarse por la mitad, para facilitar la lectura del cuadro de instrumentos. Los 220Sb dejan de montar los carburadores Solex y pasan a equipar los nuevos Zenith 35/40 INAT, también de doble cuerpo, que permiten mejorar la elasticidad del motor, aunque el rendimiento prestacional siguiese siendo prácticamente el mismo. Por otro lado, en lo que a la seguridad activa se refiere, las berlinas 220Sb y 220SEb pasan a contar de serie con frenos de disco en las ruedas delanteras. Este detalle es bastante llamativo, ya que hasta 1963 las berlinas no contaban con frenos de disco, frente a una competencia más avanzada y vanguardista, como era el caso del Jaguar Mk II o la Lancia Flaminia Berlina, ambos con frenos de disco en las 4 ruedas. Además, por si no fuera poco, aunque los nuevos frenos delanteros iban de serie, el precio de entrada de los 220Sb y 220SEb se vio alzado hasta en 500 marcos ese mismo año al introducir dicha novedad.

Las plazas traseras del 220SEb coupé y descapotable contaban de serie con un butacón muy similar al de la berlina, pero el cliente podía optar, pagando un extra, por la colocación de dos asientos independientes separados por un apoyabrazos fijo. Estos pueden verse en la esquina superior izquierda de la fotografía izquierda. En la imagen derecha aparece la caja de cambios automática presentada por Mercedes-Benz en 1961, para los modelos 300SE W112 y 220SEb W111, sustituyendo así a la caja automatizada Hydrak disponible hasta la fecha en los 220SEb. Como puede deducirse a través de la imagen, esta caja cuenta con 2 trenes epicicloidales, 3 embragues multidisco para el bloqueo de las coronas, 3 frenos de cinta y un convertidor de par a la entrada de la caja.

ModeloPeriodo fabricaciónCilindrada / Potencia / Par motorPrecio franco fábrica (Ptas)
2201961-19652195 cc / 95 CV a 4800 rpm / 171 Nm a 3200 rpm173.420
220S1961-19652195 cc / 105 CV a 5000 rpm / 176 Nm a 3500 rpm
(de 1961 a 1963)

2195 cc / 110 CV a 5000 rpm / 176 Nm a 3500 rpm
(de 1963 a 1965)
198.750
220SE1961-19652195 cc / 120 CV a 4800 rpm / 194 Nm a 3900 rpm225.446
220SE
(Coupé)
1961-19652195 cc / 120 CV a 4800 rpm / 194 Nm a 3900 rpm354.380
220SE
(Descapotable)
1961-19652195 cc / 120 CV a 4800 rpm / 194 Nm a 3900 rpm384.540
A la lista de extras de 1959, con la llegada de 1961 se le sumaba nuevo equipamiento que se muestra a continuación.
Equipamiento extra complementado en 1961Modelos con dicho equipamientoPrecio franco fábrica (Ptas)
Cinturones diagonales220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas1.142 por cada cinturón instalado
Caja automática220SE de 2 y 4 puertas
220 y 220S desde 1962
21.000
Dirección asistida220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas7.500 en 220 y 220S
8.250 en 220SE de 2 y 4 puertas
Muelles y amortiguadores especiales220 y 220S/SE de 4 puertas600
Neumático deportivo220 y 220S/SE de 4 puertas-
Luneta trasera térmica220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas1.200
Asiento delantero reforzado220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas225 cada uno
Retrovisor derecho220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas desde 1964225
Aire acondicionado220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas desde 196422.350
Ventanillas traseras calefactables220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas desde 19643.075
Luz de lectura trasera220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas desde 1964675
Altavoz trasero220 y 220S/SE de 2 y 4 puertas1.425
Pintura metalizada220SE coupé y descapotable6.150 en el coupé y 5.700 en el descapotable
Pintura bitono metalizada220SE coupé8.100
Suspensión refinada220SE descapotable-

Conviviendo con su sucesor (1965-1968)

Con la llegada al epicentro de la década de los años 60, la Europa de la posguerra comenzaba ya su despegue hipersónico en lo que a nivel y calidad de vida se refiere. Sin embargo, al otro lado del charco el sueño americano continuaba en su máximo esplendor, con una población estadounidense que prácticamente no reparaba en el desenfreno que vivía su sociedad. Esta velocidad y los altos estándares de vida americana seguían afectando de forma sustancial al mercado de automóviles, con los tres grandes manteniendo su indiscutible hegemonía y actualizaciones de gama prácticamente anuales.

Dado este contexto a mitad de la década se hacía necesario que la marca de Stuttgart, que ese mismo año había finiquitado su acuerdo con la Studebaker-Packard Corporation, volviese a mover ficha para mantener su tan necesaria e importante fuente de ingresos que implicaba el mercado americano. De esta forma, una nueva actualización de los Sonderklasse fue presentada en 1965 en el Salón de Frankfurt, con el fin de acompañar y relevar en un futuro a las berlinas W111. El nuevo modelo bebía fuertemente del diseño exterior de los 220b y 220Sb de 1959, aunque con una actualización de las líneas por parte de Paul Bracq. El interior por su parte tampoco supuso un gran cambio de paradigma y vino a demostrar el importante éxito que supuso el W111 en el mercado europeo y americano.

Uno de los puntos fuertes con los que contaban los colas era precisamente su alta innovación, en lo que respecta a la seguridad pasiva. En la fotografía derecha puede verse un ensayo con maniquíes frente a un choque fronto-lateral con un autobús, la cabina de la berlina permanece intacta frente al frontal del vehículo cuya chapa y el chasis se arrugan con el fin de disipar la energía del impacto. Aunque Mercedes-Benz no fue la primera marca en implementar cinturones de seguridad en sus vehículos, estos se ofrecían como extra desde 1958 contando con solo dos puntos de anclaje y una retención únicamente horizontal. A partir de 1961, con la presentación de la segunda serie del modelo, Daimler-Benz introduce los cinturones diagonales con 2 puntos de anclaje tal y como puede verse en el 220Sb de 1963 de la imagen izquierda. Este extra estaba disponible para cualquiera de los 4 asientos.

La introducción de la nueva Sonderklasse, bajo el código de chasis W108, supuso también la introducción de un nuevo motor de 6 cilindros. Así, partiéndose del bloque del 2.3 litros utilizado en el 230SL W113 Pagoda, se optó por incrementar el diámetro de los cilindros en hasta 2mm. Gracias a dicho cambio, y al aumento considerable de la relación de compresión hasta los 9,3:1, se conseguía mejorar el rendimiento de la propulsión. A su vez, la mayor carrera frente al 2,2 permitió reducir notablemente el régimen necesario para alcanzar el par máximo. Por otro lado, la implementación de 7 apoyos en el cigüeñal, frente a los 4 del 2.2, permitía conseguir una mayor robustez mecánica, que garantizase las solicitaciones a las que el cigüeñal podía llegar a someterse.

En línea con las modificaciones comentadas se alcanzaban los 2.5 litros de cilindrada, bautizando así a los nuevos Sonderklasse W108 como 250S para el modelo carburado y 250SE para el modelo de inyección. Este último sistema de alimentación se tomaba directamente del 220SEb, abandonando este el mercado en dicho año 1965 junto con sus hermanos 220Sb y 220b. Sin embargo, esta aparente retirada del mercado del chasis W111 en todas sus versiones de carrocería, se queda en una mera sensación lejos de la realidad… A la vez que la marca de Stuttgart presentaba el nuevo 250S/SE, en el mismo stand le acompañaba un nuevo W111 berlina, con un nuevo motor derivado del de 2.2 litros y con el nombre de 230S.

Con la presentación en 1965 del nuevo Sonderklasse 250S/SE, la retirada del mercado de los colas parecía estar cada vez más cerca. Sin embargo, a pesar de la llegada de un diseño más actualizado de la mano del W108, los 220b y 220Sb se ven relevados por el 230S W111. A través de esta nueva serie de los colas Sonderklasse, la marca de Stuttgart pretendía reducir su stock de piezas de la berlina, la cual estaba a las puertas de pasar a la historia. En las dos imágenes que se muestran, pueden verse los nuevos W108 con una carrocería más moderna que abandona la moda de las colas traseras, pero mantiene la imagen de marca desarrollada por los W111. En la fotografía izquierda se muestra una comparativa entre un 250S/SE W108 y un 230S W111, denotándose la reducción de cromo en el paragolpes, la disminución del tamaño de los pilotos y la eliminación de las colas.

Este nuevo sucesor espiritual del 220Sb venía a acompañar a los 250S en la gama de los Sonderklasse, con el fin de ocupar ambos el espacio entre los colas de gama media W110 y los nuevos 250SE. De esta forma, el éxito de ventas cosechado por los W111 berlina y la necesidad de reducir el stock de piezas de este modelo, ante su inminente retirada definitiva del mercado, llevó al sucesor a convivir con su propio antecesor hasta 1968. A todo este compendio y adaptaciones de los Sonderklasse, había que añadir ligeras modificaciones estéticas más allá del motor en los nuevos 230S frente a los 220Sb.

En lo que al aspecto exterior respecta, las diferencias entre ambos son totalmente inexistentes más allá del nuevo anagrama 230S, pero en el interior se palpa una mezcla entre la tapicería del 220b y la del 220Sb. Por un lado, se mantiene la oferta de MB-Tex y cuero natural, el reposabrazos trasero de serie y las bolsas laterales de las puertas delanteras del 220Sb. Sin embargo, se recurre al tapizado de las puertas utilizado en los 220b, con el marco de cromo implementado en los reposabrazos de todas las puertas de los 220Sb, menos la del conductor.


El nuevo 230S de 1965 no cuenta con ninguna diferencia externa respecto del 220Sb y 220SEb, pero en el interior la adopción de elementos propios del 220b como la tapicería de semi MB-Tex, la eliminación de madera en las puertas y la eliminación del tirador doble de las mismas, permiten diferenciarlo de los 220Sb/SEb. En la fotografía izquierda se puede analizar en detalle el interior de un 230S, que aparece en un catálogo de 1965, y en la puerta es importante destacar la utilización en los tiradores de los embellecedores de cromo provinientes de los 220Sb/SEb. Por otra parte, la imagen derecha muestra el nuevo motor de 2,3 litros implementado en los nuevos colas Sonderklasse de 4 puertas, contando con los carburadores Zenith del 220Sb. Este motor es básicamente una actualización del 2.2 anterior, en el que se ha recurrido a incrementar el diámetro del cilindro y de las válvulas. Además, estas cuentan en este caso con un mecanismo rotativo que permite reducir el desgaste de los asientos en la nueva culata.

A nivel mecánico el nuevo motor 2.3 cuenta con una carrera más larga que la del 2.2 y una compresión de 9:1, mejorándose así las prestaciones y el aporte de par a bajo régimen. Además, se ha de tener en cuenta la implementación de válvulas de mayor diámetro y un mecanismo rotativo, que permitía reducir el desgaste por golpe de ariete en los asientos de válvula de la nueva culata. Por otro lado, el nuevo grupo propulsor pasa a contar con una nueva correa del ventilador de una sola hoja, alternador y la misma pareja de carburadores Zenith del 220Sb. Todos estos cambios se ven también complementados por un aumento de la relación de transmisión de la caja de cambios manual en tercera velocidad y la posibilidad de colocar la palanca del cambio sin sobrecoste en el suelo, en lugar de en la caña de la dirección. La caja automática implementada en el volante se ofrece como extra, junto con más equipamiento también disponible para los pequeños colas de 4 cilindros W110.

Analizados los cambios implementados en la berlina, los coupés y descapotables también se despedían de los motores 2.2 y tampoco desaparecían del mercado en 1965. De hecho, con la llegada de los nuevos 250S/SE W108 el éxito de los coupés y descapotables W111 era tan alto en el mercado americano, que desde Stuttgart se decidió continuar la producción de estos sin recurrir a derivar un nuevo diseño de carrocería de 2 puertas a partir del W108. Si bien es cierto que el diseño de 1961, principalmente desarrollado por Paul Bracq, no estaba tan desactualizado como la berlina, al recurrirse a unas colas y pilotos traseros sustancialmente más reducidos y menos prominentes. Debido a ello y al escaso tiempo que esta carrocería de 2 puertas llevaba en el mercado, solo 4 años, era bastante sensato tanto técnicamente como económicamente continuar con ellos en el mercado.

Con la presentación del 250SE W111 en 1965, pocos cambios estéticos fueron desvelados con la segunda serie de los colas coupés. Las modificaciones implementadas en el interior fueron poco sustanciales y en el exterior se reducían a únicamente tres elementos, la sustitución del anagrama 220SE en la parte trasera por el de 250SE, el doble escape y los nuevos tapacubos colocados en las nuevas llantas de 14 pulgadas que pueden verse en la imagen izquierda. Otro elemento de especial interés fue sin lugar a dudas la balona compensadora, que sustituía al muelle colocado entre el diferencial y una de las trompetas del eje trasero. Gracias a esta novedad, presentada por el 250S/SE W108, se conseguía reducir la brusquedad del cambio de la caída de la rueda, al existir altas transferencias laterales de carga a alta velocidad.

A pesar de la permanencia en el mercado de los W111 coupé y descapotable, varios cambios y actualizaciones tuvieron lugar destacando la implementación del nuevo motor de 2.5 litros, anteriormente comentado y desarrollado para el 250S/SE W108. Con este nuevo motor se cambiaba la designación 220SE en la parte trasera por la de 250SE, se sustituían las llantas de 13 pulgadas por otras de 14 pulgadas que permitieron equipar 4 nuevos frenos de disco de mayor tamaño. Debido a este cambio, las ruedas pasaron a contar con un nuevo diseño de tapacubos, que permitía diferenciar a este modelo lateralmente frente a los 220SEb coupé y descapotable.

Otros detalles del exterior, como la utilización del primer escape doble en un turismo desarrollado por Daimler-Benz desde la 2ª Guerra Mundial, permiten distinguir a este modelo de su antecesor. Por su parte, los cambios en el interior no fueron muy sustanciales al simplemente centrarse en modificaciones de la oferta de madera del salpicadero, al sustituirse el palisandro por una nueva variante de nogal. Es también importante tener en cuenta que la gama de extras disponibles, para los nuevos 250SE coupé y descapotable, es muy similar a la existente previamente para los 220SEb, destacando la introducción de elevalunas eléctricos en las 4 puertas. Este detalle tecnológico venía acompañado de otras novedades de especial interés que se montaban de serie. Este es el caso de la implementación de un radiador de agua para refrigerar el aceite del motor, el primer ventilador viscoso implementado en un Mercedes de calle y la instalación de una válvula de reparto de la frenada entre ambos ejes.

El nuevo motor de 2.5 litros de cilindrada de los colas 250SE, cuyo diseño surgió a partir del motor de 2.3 litros del 230SL W113 Pagoda, recurría a 7 apoyos del cigüeñal en lugar de los 4 implementados en los 220SEb y 230S. Lás válvulas aumentaban su diámetro a la par que se conseguía incrementar el par motor en bajo régimen frente al 220SEb, gracias a la mayor cilindrada y todo ello a pesar de mantener las cotas supercuadradas heredadas del motor 2.2 y 2.3. Por otro lado, debido al aumento de la compresión de la nueva culata, se requería de la utilización de gasolinas de mínimo 96 octanos. En la fotografía izquierda puede verse el vano motor de un colas 250SE, el motor conseguía alcanzar los 150 caballos de potencia y 220 Nm de par máximo. La imagen derecha muestra el primer ventilador viscoso de Daimler-Benz, el cual fue estrenado por los colas 250SE.

ModeloPeriodo fabricaciónCilindrada / Potencia / Par motorPrecio franco fábrica (Ptas)
230S1965-19682295 cc / 120 CV a 5400 rpm / 183 Nm a 4000 rpm206.250
250SE
(Coupé)
1965-19682496 cc / 150 CV a 5500 rpm / 220 Nm a 4200 rpm365.250
250SE (Descapotable)1965-19682496 cc / 150 CV a 5500 rpm / 220 Nm a 4200 rpm395.250
A la lista de extras de 1959, que había sido ampliada de 1961 a 1964, con la llegada de 1965 se le sumaba nuevo equipamiento que se muestra a continuación.
Equipamiento extra complementado en 1965Modelos con dicho equipamientoPrecio franco fábrica (Ptas)
Caja automática con palanca en el suelo230Ssin sobrecoste respecto al extra de caja automática en la caña de la dirección
Eje trasero autonivelante230S-
Vidrio laminado Sigla230S-
Asiento del conductor más bajo230S-
Red en la parte trasera del respaldo de los asientos delanteros230S-
Semi MB-Tex 230S1.071
Luz interior del maletero250SEsin sobrecoste
Elevalunas eléctricos250SE12.900
Diferencial de deslizamiento limitado250SE2.400
Rejilla complementaria del radiador230S y 250SE600
Frenos optimizados250SE-

Estirando el chicle al máximo (1968-1971)

La década de los 60 empezaba a llegar a su fin, cuando nuevos diseños como el del NSU Ro80 empezaban a marcar las nuevas directrices que seguiría la industria del automóvil. Una mayor preocupación por la aerodinámica o la asunción de detalles más minimalistas, que reducían el tamaño de los paragolpes e introducían el uso del plástico, empiezan a popularizarse entre las distintas marcas. Mercedes, consciente de la llegada de nuevos tiempos, opta por presentar una renovación de su gama de vehículos en Hockenheim en 1968.

La presentación de la “Nueva Generación de Mercedes-Benz” tenía como objetivo principal relevar a los pequeños colas W110 por los nuevos W115 y W114, denominados popularmente como “Barraocho”. Así, con la retirada del mercado de estos modelos de gama media junto con el 230S W111, la marca de Stuttgart decía adiós definitivamente a las últimas versiones de los colas de 4 puertas con 4 y 6 cilindros. Por otro lado, aprovechando este certamen se produce una actualización de las berlinas W108, con la introducción de los nuevos 280S y 280SE para sustituir así a los anteriores 250S y 250SE. Los cambios a nivel estético tanto interna como externamente fueron bastante sutiles, pero en lo que al grupo propulsor respecta destaca la introducción de un nuevo motor de 2.8 litros y 6 cilindros en línea.

Con la presentación en 1968 del 280S/SE W108, la carrocería W111 de 4 puertas pasaba a los libros de historia tras casi una década en el mercado y dejando a su sucesor un importante legado en lo que a diseño y motores se refiere. En la fotografía izquierda puede verse un 280SE W108 de 1968, conservando el diseño de los anteriores 250S/SE y recordando sus líneas en gran medida a los colas 230S que también sucedía. En la imagen derecha aparecen dos fotografías del nuevo motor 2.8 de 6 cilindros en línea M130, con 2 carburadores de doble cuerpo para el 280S W108 en la parte superior e inyección indirecta en la fotografía inferior para el 280SE W108.

Precisamente a esta última novedad se sumaron también los coupés y descapotables, los cuales acompañaban a los barraochos y 280S/SE en el certamen de Hockenheim. De nuevo, tal y como ocurrió en 1965, los modelos de 2 puertas de la Sonderklasse volvían a actualizarse bajo el nombre 280SE, frente a la posibilidad de presentar un nuevo diseño y chasis derivado del W108. De hecho, en esta ocasión se hacía todavía más difícil ver los cambios frente a los 250SE coupé y descapotable, ya que todo el interior y exterior del coche permaneció inalterado, con la excepción de los nuevos tapacubos y la rejilla delantera con panales más grandes.

El gran cambio llevado a cabo en los W111 de 2 puertas vino de la mano de la introducción del nuevo motor M130 de 2.8 litros. El desarrollo de dicho propulsor sembró bastantes dudas en sus primeras etapas de diseño y construcción. Tanto es así, que en un primer momento se pensó en simplemente realizar una nueva adaptación del motor de 2.5 litros que venía a sustituir. El problema que supuso esta idea pasaba por las limitaciones que presentaba un bloque motor originalmente ideado para una cilindrada de 2.3 litros y presentada por el 230SL W113 Pagoda. Los cambios a implementar para mejorar la cilindrada en el bloque requerían de un aumento del diámetro de los cilindros, algo bastante complicado de conseguir al encontrarse los cilindros colocados de forma modular, en grupos de 2. Así, un incremento del diámetro de las camisas del cilindro implicaba una reducción del espacio disponible para la refrigeración, entre cada uno de los cilindros que formaban un solo módulo.

Dada la dificultad de explotar más las posibilidades de dicho bloque, se optó por rediseñar a este desde cero conservando las dimensiones y apoyos del mismo, pero tratando de conseguir una cilindrada total cercana a los 2.8 litros. Para ello, se realizaron los cálculos necesarios que permitieron colocar los 6 agujeros del bloque de forma simétrica y no modulable. Sin embargo, el objetivo de mantener las dimensiones, apoyos y paso de la cadena de distribución del 2.5 llevó a la supresión de la refrigeración entre camisa y camisa de los cilindros. Tras la aceptación de este diseño final y las modificaciones de la culata para conseguir llegar a 9,5:1 de relación de compresión, se decidió poner en producción el nuevo 2.8.

Aunque el nuevo motor M130 parte de la base establecida por la anterior versión de 2.5 litros, el aumento de cilindrada implicó un rediseño del bloque dentro de las mismas cotas y dimensiones establecidas, por la cadena de distribución y el circuito de refrigeración. El nuevo bloque puede verse en la imagen izquierda, contando con 6 cilindros colocados de forma simétrica y no modulada. En la fotografía derecha aparece un 280SE W111 descapotable de 1968, en el que los nuevos tapacubos, que recuerdan a los del antiguo 220SEb, y la nueva rejilla frontal permiten distinguirlo frente a un 250SE. A pesar de que este modelo fue presentado oficialmente en enero de 1968, ya se había comenzado a vender en EEUU desde noviembre del año anterior.

La adopción de un motor de estas características en los 280SE coupé y descapotable, implicó una reducción de un 3% de la cantidad de refrigerante necesaria y sobre todo la necesidad de utilizar gasolina de 98 octanos. Otros detalles, como la sustitución del radiador de aceite-agua por uno de aceite-aire para el lubricante del motor, resultan de especial interés, pero llama la atención la insistente necesidad de Mercedes de amortizar al máximo todas las piezas de los motores desde 1951. Esto resulta cuanto menos sorprendente, ya que también los diseños de chasis, carrocería e interiores son aprovechados hasta estirar el chicle al máximo sin que este se rompa. El W111 coupé y descapotable es desde 1965 un claro ejemplo de esta práctica de la marca teutona.

En lo que respecta al equipamiento de los 280SE de 2 puertas, estos cuentan con una lista bastante extensa, aunque similar a la adoptada por los anteriores 250SE W111. Cabe destacar la adopción de antiniebla trasero en la primavera 1969 sin sobrecoste, la posibilidad de montar como extra una dirección asistida con recirculación de bolas, una caja manual de 5 velocidades y una nueva caja automática de 3 trenes epicicloidales con la palanca emplazada o en la caña de la dirección o en el suelo. Sin embargo, entre los extras más caros se encontraba el diferencial de deslizamiento limitado, los 4 elevalunas eléctricos y en especial el teléfono de abordo por 125.800 Ptas franco fábrica.


Con la entrada de los años 70, nuevos dispositivos y elementos se añadieron a la gama de extras disponibles. Este es el caso de la nueva caja de cambios manual de 5 velocidades de la imagen derecha o la posibilidad de instalar un teléfono de abordo, que se emplazaba en la nueva base central con la que contaban los colas. Es cierto que desde los años 50 varias empresas independientes de Daimler-Benz ya instalaban este tipo de dispositivos en el vehículo, pero con el 280SE y 280SE 3.5 era la primera vez que la marca lo ofrecía en su catálogo.

Con la llegada de 1969, los cambios implementados en el año anterior ya se habían asentado, pero la dirección de diseño de la empresa no estaba conforme con las diferencias entre los 280SE W111 de 2 puertas y los 280S/SE de 4 puertas W108. Esta situación venía marcada por el más actualizado diseño del W108 y W109 frente al resto de la Sonderklasse, los paragolpes cromados engomados y de menor tamaño, la rejilla más baja y el capó menos voluminoso eran argumentos sólidos y fundamentados en las nuevas tendencias del mercado. Desde luego, esta habría sido de nuevo una nueva oportunidad para desarrollar una versión de 2 puertas derivada del W108. Sin embargo, los planes de la marca de Stuttgart a medio plazo ya contaban con el desarrollo de un nuevo sustituto no solo del W111 de 2 puertas, sino también de los W108 y W109.

Dados los planes comentados, resultaba absurdo desarrollar a estas alturas un W108 de 2 puertas, pero se hacía necesario refrescar el diseño del W111 tras 10 años en el mercado. Ante este encaje de bolillos se decide finalmente recurrir a un lavado de cara, recurriéndose a un cambio del capot para reducir su curvatura dentro de lo permitido por el motor de 6 cilindros. Por otro lado, se ensancha y acorta en altura la parrilla, cambiándose los apoyos y la forma del radiador. Los paragolpes, por su parte, pasan ahora a contar con un engomado y los pilotos traseros muestran un nuevo diseño, que incluye intermitentes de color naranja en lugar de rojo.

En lo que al interior respecta pocos cambios son adoptados, más allá de la utilización del interior diseñado para el mercado americano y disponible en ese continente en los 280SE de 2 puertas desde 1968. Este diseño cuenta con nuevos picaportes tomados directamente de los W108 y parecen demostrar, de nuevo, las ansias de Mercedes por agotar todo el stock de piezas de los colas para 1969. Es importante también destacar la adopción de una nueva estructura central entre los dos asientos, que permite mejorar el emplazamiento de la palanca de cambios ante una nueva década, dónde las palancas en la caña de la dirección empiezan a resultar pasadas de moda.

El restyling de 1969 trajo consigo una modificación de la parrilla en los colas 280SE y 280SE 3.5, la reducción de tamaño y su ensanche llevaron a un cambio de la forma del capot y a la implementación de unos paragolpes similares a los del W108. Estos detalles pueden verse en la fotografía izquierda que trata de comparar el frontal de un 280SE de 1968 con el de un 280SE de 1969. Por otro lado, en lo que a interior respecta, las modificaciones fueron ínfimas respecto del 280SE de 1968 y se muestran en la imagen derecha. Aun así, se implementaron los picaportes del W108, estando ya disponibles para los colas de mercado americano desde 1968.

A pesar de todos los cambios comentados, el nuevo lavado de cara del 280SE de 2 puertas también trajo consigo un nuevo hermano. Este, denominado 280SE 3.5, venía a rellenar el hueco que dejaba el 300SE W112 coupé y descapotable tras su salida del mercado en 1968. De esta forma, un nuevo motor se unía a la familia de los W111 a poco más de un año de su retirada del mercado. El 3.5 es desde luego el grupo propulsor más potente que llegaron a equipar los colas en toda su vida comercial y es también el primer V8 de menos de 6 litros desarrollado por Daimler-Benz. Con solo 25 Kg más de peso que el 2.8 y unas cotas supercuadradas, conseguía mejores prestaciones que los anteriores motores de 3 litros y 6 cilindros que equipaban los W112. En su diseño también se recurría a la utilización de acero para válvulas de alta resistencia con inclusiones de sodio, aunque las dimensiones y el alzamiento de las válvulas mantuviesen las cotas del 2.8. Además, se decidió implementar el primer sistema de encendido transistorizado montado en un Mercedes-Benz y especialmente la primera inyección electrónica de gasolina de la historia del automóvil, bajo el nombre de D-Jetronic y que fue presentada en 1968 con el Volkswagen tipo 3 1600LE.

Con todos estos detalles y la relación de compresión de 9,5:1 que obligaba a la utilización de gasolinas de mínimo 96 octanos, Mercedes presentaba toda una nueva línea de motores V8 de menor cilindrada y adaptados ante las nuevas normativas anticontaminación de ciertos estados de EEUU. Lo más curioso de todo esto es que la presentación de estos hitos y mejoras se llevase a cabo con modelos a punto de abandonar el mercado y cuyo diseño en el caso del W111 llevaba una década presente en la marca. Por otro lado, en lo que respecta al equipamiento, aunque el 280SE de 6 cilindros seguía en el mercado, la lista de extras del 280SE 3.5 era mucho más amplia, permitía montar sin sobrecoste la servodirección y en el caso de la caja de cambios, no se ofrecía el cambio manual. Otro elemento de interés que se incluía en la lista fueron las llantas de aleación, recién presentadas en el W108 y W109 bajo el nombre de “barrocas”.

Con la introducción del nuevo motor de 3.5 litros y 8 cilindros en V, los colas pasaron a contar con el mayor grupo propulsor de toda su vida comercial. En la imagen izquierda se muestra el nuevo motor V8 con inyección electrónica de gasolina Bosch D-Jetronic y 200 caballos de potencia. A partir de agosto de 1970 entre la gama de extras aparecen por primera vez las nuevas llantas barrocas, que pueden verse en el 280SE 3.5 descapotable de la fotografía derecha.

ModeloPeriodo fabricaciónCilindrada / Potencia / Par motorPrecio franco fábrica (Ptas)
280SE
(Coupé)
1967-19712778 cc / 160 CV a 5500 rpm / 245 Nm a 4250 rpm460.929
280SE (Descapotable)1967-19712778 cc / 160 CV a 5500 rpm / 245 Nm a 4250 rpm
496.311
280SE 3.5
(Coupé)
1969-19713499 cc / 200 CV a 5800 rpm / 290 Nm a 4000 rpm532.668
280SE 3.5
(Descapotable)
1969-19713499 cc / 200 CV a 5800 rpm / 290 Nm a 4000 rpm593.453
Equipamiento extra desde 1968Modelos con dicho equipamiento
Pintura metalizada280SE y 280SE 3.5
Cambio automático en el suelo o en la caña de la dirección280SE y 280SE 3.5
Radiador especial280SE y 280SE 3.5
Diferencial de deslizamiento limitado280SE y 280SE 3.5
Suspensión optimizada280SE y de serie en 280SE 3.5
Neumático de banda blanca280SE y 280SE 3.5
Neumático radial280SE y de serie en 280SE 3.5
Aire acondicionado280SE y 280SE 3.5
Batería de más capacidad280SE y 280SE 3.5
Dirección asistida280SE y de serie en 280SE 3.5
Volante color marfil280SE y 280SE 3.5
Bocina 2 tonos280SE y 280SE 3.5
Elevalunas eléctricos en las 4 ventanillas o solo en 2280SE y 280SE 3.5
Vidrio tintado280SE y 280SE 3.5
Luneta trasera térmica280SE y 280SE 3.5
Techo solar eléctrico280SE y 280SE 3.5 coupé
Retrovisor derecho280SE y 280SE 3.5
Extintor280SE y 280SE 3.5
Botiquín280SE y 280SE 3.5
Portaesquíes280SE y 280SE 3.5 coupé
Placa de país280SE y 280SE 3.5
Linterna280SE y 280SE 3.5
Asiento ortopédico280SE y 280SE 3.5
Asiento reforzado280SE y 280SE 3.5
Reposacabezas con opción a 5 materiales distintos280SE y 280SE 3.5
Reposabrazos delantero280SE y 280SE 3.5
Cojín intermedio delante280SE y 280SE 3.5
Cinturón diagonal280SE y 280SE 3.5
Red en la parte trasera del respaldo de los asientos delanteros280SE y 280SE 3.5
Maletas de viaje280SE y 280SE 3.5
Alfombra de coco280SE y 280SE 3.5
Becker Europa280SE y 280SE 3.5
Becker Grand Prix280SE y 280SE 3.5
Becker Mexico280SE y 280SE 3.5
Frontal americano en mercado europeo280SE y 280SE 3.5
Antinieblas delanteros auxiliares Hella280SE y 280SE 3.5
Caja de cambios manual de 5 velocidades280SE y 280SE 3.5
Caja de cambios automática280SE y 280SE 3.5
Teléfono abordo280SE y 280SE 3.5
Becker Mexico Olimpia con cassette y estéreo 280SE 3.5
Becker Europa con estéreo 280SE 3.5
Llantas de aleación barrocas 280SE 3.5

Con la llegada de 1971 los últimos coletazos de los colas coupé y descapotable empezaron a poner fin a un chasis, el W111, utilizado durante 12 años consecutivos en versiones de 4 y 2 puertas. Para mayo de ese año los 280SE coupé y descapotable fueron retirados del mercado y más tarde en julio el 280SE 3.5 de 2 puertas, siendo ambos relevados en 1972 por la nueva generación W107 con designación SLC. Para ese mes de julio el último 280SE 3.5 W111 en salir de Sindelfingen se despedía dejando atrás la nada desdeñable cifra de 370.807 vehículos con chasis W111 fabricados. De esa cifra resulta llamativo que el modelo más vendido en todo ese periodo fue el 220Sb con 161.119 unidades y por su parte el 250SE descapotable se coronó como el modelo menos vendido, con únicamente 954 unidades. Desde luego, no se ha tenido en cuenta en este cómputo las unidades de chasis alargado y adaptado para ambulancias o familiares, siendo vendidos estos últimos como Universal, ya que eran carrozados externamente por otras empresas y no por parte de Daimler-Benz.


Con la llegada de 1971 los últimos colas que quedaban en el mercado, los 280SE y 280SE 3.5, pasan a la historia sin un sucesor directo hasta la presentación de los SLC W107 en el Salón de París de ese mismo año. La nueva generación de Sonderklasse coupé, que puede verse en la imagen izquierda, no contaría con una versión descapotable y recurría a la plataforma de los roadster SL R107. En la fotografía derecha aparece un anuncio publicitario en el que se ensalza la tradición de la marca de la estrella y que puede palparse a través de los 220Sb/SEb.